La sanación por las flores

Muchos de los que me conocen saben que todo el camino andado últimamente, y el que espero me quede por andar, viene determinado a partir de mi “despertar” e iniciación en Reiki.
En este camino he topado últimamente con las flores de Bach. Las conocía, había escrito en el blog ya sobre ellas, pero ahora las he ido redescubriendo poco a poco, y mi intención es formular un aprendizaje serio de dicha ¿“terapia”?, ¿“filosofía”?, ¿”forma de entender la vida?”
Lo descubierto por mí hasta el momento me está maravillando. Sé que hay detractores de esta, llamémosle terapia para entendernos todos, que opinan que es imposible que con la impronta de las flores pueda llegar a curarse alguien de una enfermedad. Bueno, allá cada cual con sus opiniones. En este momento de mi vida me interesa más bien poco la opinión de la gente. La respeto y no la juzgo. Cada cual ha de encontrar su camino y su forma de pasar por la vida. Con lo que dicho esto, también digo que desde este blog no se pretende convencer a nadie de nada. Escribo para compartir, en la medida de lo posible, aquello que a mí me ha interesado. Pero sin más pretensiones.
Bueno, siguiendo el hilo de las flores de Bach tengo que decir que lo que he leído sobre Edward Bach me ha impresionado. Este hombre era un iniciado, o un canalizado, o un iluminado, vaya usted a saber. Tenía muy clara su filosofía y escribió los puntos clave de ésta en su escrito “Cúrese usted mismo. Una explicación de la causa real y de la curación de la enfermedad”. Como me parece muy, muy interesante, voy a intentar dar una pincelada de estas ideas. (Que Bach y sus seguidores me perdonen si no me explico bien).

Edward Bach,  1886-1936
Bach nos dice que el hombre tiene un Alma que es su ser real; el cuerpo sólo es el vehículo mortal de esta Alma inmortal; nosotros somos personalidades que encarnamos una y otra vez para obtener todo el conocimiento y la experiencia que pueda adquirirse a lo largo de la existencia en la Tierra. Nos habla de reencarnación, nuestras Almas son inmortales; y los cuerpos temporales, y mientras nuestra Alma y nuestra personalidad estén en armonía todo fluirá en paz, felicidad y salud. Pero cuando la personalidad se desvía del camino trazado por el Alma, entonces surge el conflicto, causante de la enfermedad. Ésta la entiende como aprendizaje, beneficiosa para corregir, si se la interpreta de forma correcta, nuestros defectos esenciales. La crueldad también puede ser la causante de nuestra enfermedad, pues ésta es el pecado en contra de la Unidad, del Ser Divino que hay en nosotros y en todos.
Así pues, Bach entiende que por sus mismos principios y en su misma esencia, la enfermedad puede prevenirse y sanarse, pero es imprescindible tener conocimiento del error en el que se encuentra el enfermo, para poder volver a la salud y a la alegría. Es evidente que la enfermedad solo es una manifestación, y lo que debe tratar de sanarse es la causa, siendo tal que así se sanará la enfermedad y el enfermo.

Impatiens
Sobre terapia floral hay muchos escritos. Quien quiera profundizar solo tiene que buscar en la red. Por mi parte seguro que volveré a escribir sobre ellas, pues tengo intención de continuar profundizando en su aprendizaje y formulación.

Hasta más ver.